este cansado.
Interrogo al tiempo
para oir su voz
de sabio.
Y como un grito inesperado
suena en mni silencio
un manantial de años.
Desde muy niño,
cuando aún soñaba juguetesque guardaba en el pensamiento,
endurecía mi mano
el golpe del trabajo.
Fueron curtiendo
mi mente
las muchas décadas
de años
y las mil lunas que
pasaron.
Tranquilo y relajado
voy con mi carga,
y la vista
en Dios clavada
No hay comentarios:
Publicar un comentario